Articulos

Selección de articulos relacionados con el baloncesto de formación

lunes, marzo 05, 2007

Día del babybasket en el colegio

El pasado día 4 de Marzo se celebró en el cole el día del Babybasket, en esta ocasión nos tocó organizarlo y como en los demás lugares el acontecimiento se convirtió en algo especial para los más pequeños. Las 3 pistas del patio estuvieron al máximo rendimiento desde las 10:30 de la mañana y no se despejaron hasta pasadas las 13:30 de la tarde, jugándose partido tras partido sin el menor respiro. Los jóvenes e incansables jugadores disfrutaron del juego como del mejor de los helados y tanto los padres como los propios jugadores convivieron en un ambiente de deportividad digno de mención.
En el aspecto deportivo se vieron detalles muy buenos por parte de algunos de los niños que aún siendo tan jóvenes empiezan a apuntar maneras, también se pudieron ver carreras de obstáculos con el balón bien agarrado contra el pecho, pases al pulgar hacia algún lugar del campo y tiros al más puro estilo cucharón, que hicieron, y lo digo muy enserio, las delicias de todos los que pudimos disfrutar de ésta jornada.
Pero no solo se vio juventud en los jugadores, sino también en los entrenadores, en este apartado destacamos a la EDM de Santillana del Mar que a parte de jugares aportó a los 3 entrenadores más jóvenes de toda Cantabria, apenas si tenían 12 o 13 años y asumieron la responsabilidad de arbitrar y dirigir los partidos como si de veteranos se trataran.


La mañana nos dejó un agradable regustillo al más puro baloncesto base y al espíritu deportivo que debe imperar en estas categorías. Ahora solo queda esperar con impaciencia la siguiente jornada y dar las gracias a los participantes.

Gracias a Javi, Nacho e Iñigo por la organización.

jueves, febrero 22, 2007

LOS VALORES SEGÚN LOS CAMPEONES DEL MUNDO

Nos ha parecido bien señalar lo que piensan los jugadores de la selección española de baloncesto del propio baloncesto. La información está sacada del la página de la Federación Española y podreis leer el comentario completo pinchando en cada frase. Creemos que aporta puntos de vista muy interesantes, esperamos que os guste.
a

miércoles, enero 31, 2007

Aquel tiempo en que éramos mejores ...

Rapsodia en gris
Por Joan Cerdá


Árbitros. Un mundo aparte en el universo del baloncesto. Un planeta cerrado, al que se mira con recelo y a veces, con algo de desprecio. " No fueron jugadores, no entrenan, no los quieren para directivos ni sirven como delegados ". Incluso los jugadores y entrenadores más calmados despachan el asunto con un "... déjalos. En la pista son más fuertes que nosotros y de nada sirven los enfrentamientos ".
Pero no es mi intención propinar un soberbio capón a la clase arbitral. Al contrario: Los juicios anteriores sólo deben aplicarse a quienes arbitran sólo por afán de protagonismo o en busca del cada vez más crecido " recibo "-esa crisis...-olvidándose que juegan con el dinero, las ilusiones, e influyen decisivamente en la formación de los más jóvenes.
Quiero dedicar estas líneas a plasmar mis recuerdos y anécdotas teniendo al color gris como común denominador. Quiero recordar con cariño y nostalgia a unos hombres que, seguro, arbitraran y arbitran aún por algo más que unas pesetas. Otra constante será el referirme sólo a hechos acaecidos en categorías inferiores. Algunos nombres serán de sobra conocidos, otros no pasaron de pitar escolares.
Para empezar, un hombre que llegó a la cumbre, Vilagrasa, D. Mateo. Uno de los mejores arbitrando juniors. Antes del partido, se tomaba la molestia de calentar. Durante el encuentro, corría como el que más. Mostraba el mismo interés y profesionalidad que si estuviera arbitrando a los grandes de la Liga. Muchos jugadores aprendieron con el a defender una línea de fondo, sabía aguantar con cuatro faltas al mejor jugador del equipo débil. Era, en suma, un educador. Para él, era lo mismo un modesto junior que la deslumbrante Liga. En cambio, de Carlos Bagué, el mejor sin discusión, no es precisamente un especialista en categorías inferiores. Aun recordamos un encuentro de minibasket, disputado en Mataró, en el que consiguió hacer llorar de rabia y tristeza a unos jugadores de " mini ", señalándoles varias faltas intencionadas y demostrando unos modos válidos para hombres pero no para niños. Otro que tampoco servía para estas categoría era José María Gavaldá, que pasaba muchísimo de los jugadores durante el encuentro, llegando incluso al sarcasmo. En la misma línea, Torrent, siendo su especialidad no moverse del centro de la pista, imaginando sus decisiones, más que viendo. En cambio, Torrent junior apunta unas excelentes maneras.
Uno de los casos más excepcionales lo protagonizó Velasco, hace unos pocos años; es la única ocasión en que el árbitro, en vez de resultar agredido, arremetió contra un jugador del club deportivo Layetano. Claro que era un equipo de Tercera... El castigo, una simple amonestación. Otro árbitro merecedor de figurar en estas líneas es el " primera B " Ollero, buen árbitro a nuestro juicio, y un excelente juez en categorías inferiores. Su principal característica es una fortísima personalidad, que a veces roza la chulería. No permite la más mínima protesta a los jugadores. Sin embargo, cuando es él quien juega, protesta y se queja hasta aburrirse al árbitro. Es de lo más difícil quitarle a Ollero...
Los de a pie
Son personas, árbitros que jamás coronaron su sueño. Se quedaron encallados en la mañana del domingo, pasando frío buscando el rinconcito donde tocaba el sol, atizándose el típico carajillo con los auxiliares de mesa, viejos conocidos. Juvenil, después el junior y a sufrir con los indomables seniors de tercera... Era la rutina amada. Porque aquellos árbitros amaban su papel. Disfrutaban y, durante unas horas, eran seres importantes. Quién no recuerda a Balasch (viejo conocido de los aficionados catalanes) con su bocata de chorizo, su faria, su perro y su eterna sonrisa... Tenía una peculiar manera de arbitrar. El diálogo era constante y positivo; jamás se le escapaba un partido.
Remontándome a mi época de jugador escolar, recuerdo la extrañeza que nos causaba a todos la peculiar manera de arbitrar de un joven colegiado. Creo que si fallecido era Calvo. Gesticulaba, saltaba al señalizar las faltas, adoptaba unas posturas la mar de raras. A nosotros, aun niños, todo aquello nos parecía muy de yankilandia. Años después nos dimos cuenta de que nos habíamos encontrado con el primer árbitro que vibraba con su cometido, que se integraba en el juego. Desgraciadamente, se retiró muy pronto, habiendo podido llegar muy lejos.
Llega un momento en que la anécdota, dulce o agria, sustituye al nombre propio. Un árbitro que llegó a figurar en Primera " B " consiguió chamuscarse los bajos de los pantalones, ante el regocijo general, al intentar secar con gasolina una cancha húmeda; el secreto de su éxito, encender el fósforo y quedarse medio del combustible. Otro colegiado señaló técnica a un jugador que se encontraba a sus espaldas por un presunto corte de mangas. Claro como como el árbitro era estrábico, su visión marginal le permitió tal hazaña, suponemos... Los más veteranos sienten una especial debilidad por el " calentamiento solar ", que consiste en no moverse del pedacito de pista donde a las nueve de la mañana ya calienta el sol. Otros, para estar en mejor forma, no tienen inconveniente en castigarse con unos buenos cigarrillos antes de que se inicie el partido de los seniors.
Unos son caseros, otros suicidas. " Un tiro y remate... " anuncian alguna vez. Me acuerdo del taxista, del abuelete, del " Íñigo ", tampoco podía faltar " pesadez ". Son parte de nuestra familia, compañeros de victorias y derrotas, robos y regalos. Son los emperadores del domingo, reyes por unas horas de unas canchas cubiertas tan sólo por el aire y las estrellas.

viernes, noviembre 10, 2006

Para que los esfuerzos por entrenar dejen de serlo

¿Pedimos ilusión? Pues demos cariño
Por J.A. del Río
(texto sacado de la página de Tarso)
a
De la lectura de esa serie de artículos que ha empezado mi compañero y amigo, Juan Cerdá, referentes a esos tiempos en que todos éramos mejores-y especialmente más jóvenes-, me salió la idea del presente escrito. Sí, porque yo también tengo mis recuerdos y también me gusta comparar pasado y presente, no por nostalgia sino por extraer de la comparación resultados positivos.

Pero junto a ese tardío debut como infantil en el desaparecido campo de tierra del Santo Ángel-dos minutos que apenas si permitieron manchar mis flamantes " Keds "-, siempre me he quedado con esos horarios de entrenamientos, los únicos posibles en un colegio como el histórico La Salle Josepets, con una sola pista fin una docena de equipos. A las siete de la mañana, con el hermano Estivill-hoy sólo profesor de ignorado paradero-al frente, una decena de chavales nos enfrentamos a las veleidades del clima, no siempre propicio, en nuestros primeros pasos por el " ABC " cestista.
Finalizando el viaje mental en el tiempo, todo este preámbulo sirve de obligada introducción al tema de la ilusión de los jugadores al empezar la década de los ochenta. ¿Cuántas veces no hemos oído a los jugadores jóvenes, juveniles e incluso menores, quejarse de los horarios de entrenamiento o de las condiciones de la pista o de las pelotas? Normal, suele responderse, los tiempos cambian y, ante el mayor número de distracciones y posibilidades económicas de los jóvenes de hoy, sólo practicarán deporte si resulta cómodo para ellos, si no les cuesta ningún sacrificio excesivo el someterse a una disciplina de equipo. Tener que pasar frío en una cancha descubierta y trasnochar, o madrugar, en exceso está reñido, al parecer, con una asistencia cumplida y puntual de los jugadores a su cita con el entrenador.
¿Es esto cierto al cien por cien? Basándonos en nuestra experiencia cabe decir que si en una alarmante mayoría de los casos. Sin embargo, y rebuscando en mi agenda personal, hay indicios de que esta situación puede ser provocada, consciente o inconscientemente, por la propia idiosincrasia de nuestro deporte. O de los entrenadores, que viene a ser lo mismo.
Resulta que el firmante, al despedirse activamente del baloncesto más por motivos de estatura que de edad, se encontró de pronto, en el Instituto Nacional de Educación Física, vulgo INEF, con el rugby. Ninguno de los que aquí iniciaban hace unos seis años los estudios de educación física, en la primera promoción barcelonesa, conocíamos el deporte más que a través de esos televisados encuentros de las Cinco Naciones.
Claro que allí estaba un José Antonio Sancha, más educador qué profesor o entrenador, capaz de meternos el gusanillo en el cuerpo hasta el punto de hacernos abrazar plenamente la filosofía de este deporte, menos bruto y más técnico-táctico de lo que la gente piensa. Nació así el equipo de los " Osos Mrachosos ", del que me enorgullezco de ser uno de los fundadores, con un lema: " El rugny, un modo de hacer amigos ".
Y-¡Oh, increíble " revival"!-, me encuentro ahora, cercano a la treintena, levantándome a las 6 de la mañana para ir a Esplugas a entrenar a las siete, a placar y empujar la melé al aire libre, con un " viruji, " en esta época del año que para que les cuento. Junto a mí, otros cuarenta compañeros, todos bastante más jóvenes, campeones la mayoría de ellos en las más variadas especialidades deportivas-atletismo, natación, piraguismo, balónmano, etc.-e incluso una veintena de mozuelas, adelantadas de este deporte en España dentro de su vertiente femenina.
¿Por qué? ¿Qué tiene El rugby que no pueda tener el baloncesto? Especialmente, unión, amistad, entre los que lo practican. ¿O es que no han leído una y mil veces la increíble soledad de esos jóvenes jugadores, promesas de futuras " torres ", que emigran de sus pueblos a uno de los clubes grandes en busca de fama y dinero? Esta inadaptación primera podría ser motivada, en parte, por eso, por el propio dinero que incita a unas ridículas comparaciones entre los que defienden la misma camiseta.
Entrenar con ilusión. He ahí una de las preocupaciones de los entrenadores respecto a sus jugadores. Si lo consiguen, se consideran, no sin razón, como unos perfectos triunfadores. El problema es que muy pocas veces se produce esto, que casi siempre el jugador se queda solo, a mitad de camino entre un preparador excesivamente preocupado por triunfos y rendimientos y unos compañeros con ansias únicamente de jugar más que nadie. Es una competitividad, casi siempre mal entendida, que hace que tantos y tantos jugadores finalicen su contacto con el baloncesto al despedirse activamente de él. Ha sido, para ellos, un modo de no echar una barriga temprana. Casi nunca, una filosofía de vivir.
Si pedimos ilusión, demos cariño. Todos, directivos, entrenadores, delegados, jugadores, árbitros incluso, tenemos la obligación de ir más allá del simple enseñar un juego o un deporte, según los casos. Enseñarnos a amar el baloncesto, formemos jugadores que vayan por la vida presumiendo de serlo. Entonces, los sacrificios por jugar dejarán de serlo.

lunes, octubre 23, 2006

El pívot, especie en extinción

(Obtenido de la página del creador)

Uno de los aspectos más bonitos del baloncesto, el juego del pívot, se ha visto amenazado a lo largo de la historia en muchas ocasiones. Hace unos años cuando la defensa empezó a ser mucho más activa y llegaron las ayudas de los jugadores exteriores el pívot se convirtió en un jugador que sólo defendía, bloqueaba y cogía rebotes, pues no tenía espacio para desarrollar su juego en ataque.
Posteriormente se instauró la línea de tres puntos, lo que hacía mucho más difícil la ayuda de los defensores exteriores al pívot y se revitalizó algo la misión del pívot en ataque. Esa revitalización no ha sido suficiente. Aparte de mi impresión personal, me llegan confirmaciones externas como la del periodista del "Sports Illustrated" Alexander Wolf que me preguntó, durante el último Mundial, si ya los entrenadores no enseñábamos el juego de espaldas a canasta. Posteriormente decidí escribir este artículo cuando, con ocasión de la retirada de Olajuwon, Juan Antonio Casanova se preguntaba si desaparecería este tipo de jugador. Por el camino que llevamos la respuesta sería sí, pero confiemos en cambiar la tendencia por el bien del baloncesto. En la misma línea de intenciones, la Asociación Española de Entrenadores decidió dedicar el pasado Clinic de Navidad al Juego Interior.
Es cierto que muchos entrenadores, ante las dificultades defensivas en posiciones exteriores de los jugadores "grandes", planifican sus equipos para que sus falsos pívots anoten desde fuera y defiendan con ayudas interiores cuando enfrente hay auténticos pívots. Pero hay más motivos: a los jugadores no les gusta "pegarse" en posiciones interiores; además, el público no reconoce su labor y premia mucho más a los habilidosos exteriores, y ese es un aspecto muy importante para los jugadores. Darryl Middleton declaró que todos los jóvenes sólo pensaban en parecerse a Michael Jordan sin darse cuenta de que hay otras formas de jugar con las que se puede disfrutar mucho y que son imprescindibles para un equipo. Ponía como ejemplo el trabajo en la cancha del mejor Dennis Rodman. Para colmo de males, los árbitros son condescendientes con los que jugadores más pequeños que defienden al pívot mientras que a éste le pitan falta por "rozar" a otro jugador.
En resumen, hay que intentar convencer a los escasos jugadores grandes que existen que jueguen realmente dentro, cerca de la canasta. También hay que enseñar a los jugadores exteriores a hacer pases interiores -hay jugadores muy destacados en otras facetas del juego que no tienen ni idea de hacer pases interiores-. Es un déficit enorme en los jugadores que llegan al baloncesto de elite, pues en la formación no se estimula ese aprendizaje porque los jugadores grandes suelen ir más retrasados en su formación y no se juega para ellos y porque los árbitros tratan aún peor a los "grandes" en categorías inferiores, y eso es muy malo para su desarrollo. Los árbitros deben respetar por igual a unos y otros jugadores y no considerar que como los "grandes" son más fuertes no importa que se les empuje un poco y, asimismo, si ellos tocan a alguien aunque sea en un movimiento normal sí sancionarles porque abusarían de su poderío físico.

jueves, octubre 05, 2006

NUESTROS ORIGENES

Existen múltiples teorías sobre los orígenes de nuestro deporte, ya se cuenta que los mayas y aztecas tenían unos juegos que se le asemejaban el pok-ta-pok y tlachtli, los juegos eran rituales religiosos y se cuenta que a los perdedores se les CORTABA LA CABEZA!!!!!!
a
Otro precedente más cercano a lo que ahora conocemos lo encontramos en un juego popular que es practicado en los Países Bajos, se llama "juego del korf", que en flamenco significa `cesta´. Este juego dio origen al conocido actualmente como Balonkorf.
a
Pero lo cierto es que el Baloncesto como juego, nació en el año 1.891 de la mano de nuestro amigo James Naismith, en la YMCA Training School de Springfield, Massachusetts, USA.
El profesor Naismith, nació en 1.861, en Ramsay, muy cerca de Almonte en Ontario, Canadá. Murió en el año 1.939. Era diplomado en teología, psicología y medicina, pero por lo que de verdad se le conoce, fué por su faceta de profesor de educación física en varias escuelas de YMCA y en la Universidad de Kansas.
Debido a los duros inviernos de Massachussets, Naismith buscaba un juego que sus alumnos pudieran practicar bajo techo en el gimnasio. El profesor recordó un juego de su infancia, el "duck-on-a-rock" (El Pato en la Roca), en el cual se intentaba alcanzar un objeto colocado sobre una roca lanzándole una piedra. Naismith buscaba un juego que requiriese más destreza que contacto físico. Pidió al encargado del gimnasio del Colegio unas cajas de unos 50 centímetros de diámetro, pero lo único que le consiguieron fueron unas cestas de melocotones, algo más abiertos por arriba que por abajo. Y a falta de algo mejor, mandó colgarlos en las barandillas de la galería superior que rodeaba el gimnasio, que casualmente estaban a 3,05 metros del suelo (altura a la que siguen estando los aros actuales) El balón usado fue uno de futbol. Había nacido un nuevo deporte, pero………..¿Cómo llamarle? En un principio se pensó en "Naismith-ball", cosa a la que el mismo profesor se negó. Y ante la falta de ideas, se acabó denominando: BASKETBALL, nuestro apreciado Baloncesto, el Pallacanestro italiano, el Kosarkaski serbocroata, el Basquetebol portugués o brasileño, el Basquetball francés, el basketboll sueco, el basketbal holandés, el pahiketepaoro maorí, el baskitbol kurdo………...


El profesor formuló trece reglas para el nuevo deporte:

  1. El balón puede ser lanzado en cualquier dirección con una o ambas manos
  2. El balón puede ser golpeado en cualquier dirección con una o ambas manos, pero nunca con el puño
  3. Un jugador no puede correr con el balón. El jugador debe lanzarlo desde el lugar en el que lo coge
  4. El balón debe ser sujetado en o entre las manos. Los brazos o el cuerpo no pueden usarse para sujetarlo
  5. No se permite cargar con el hombro, agarrar, empujar, golpear o zancadillear a un oponente. La primera infracción a esta norma por cualquier persona contará como una falta; la segunda lo descalificará hasta que se consiga una canasta o, si hay una evidente intención de causar una lesión, durante el resto del partido. No se permitirá la sustitución del infractor
  6. Se considerará falta golpear el balón con el puño, las violaciones de las reglas 3 y 4 y lo descrito en la regla 5
  7. Si un equipo hace tres faltas consecutivas (o sea sin que el oponente haya hecho ninguna en ese intervalo) se contará un punto para sus contrarios
  8. Los puntos se conseguirán cuando el balón es lanzado o golpeado desde la pista dentro de la canasta y se queda allí. Si el balón se queda en el borde y un contrario mueve la cesta, contará como un punto
  9. Cuando el balón sale fuera de banda, será lanzado dentro del campo y jugado por la primera persona en tocarlo. En caso de duda, el árbitro lanzará el balón en línea recta hacia el campo. El que saca dispone de cinco segundos. Si tarda más, el balón pasa al oponente
  10. El "umpire" (árbitro) juzgará a los jugadores y anotará las faltas, y avisará al "referee" (mesa) cuando un equipo cometa tres faltas consecutivas. Tendrá poder para descalificar a los jugadores conforme a la regla 5
  11. El "referee" (árbitro) juzgará el balón y decide cuando está en juego o dentro del campo o fuera, a quién pertenece, y llevará el tiempo. Decidirá cuando se consigue un punto y llevará el tanteo y cualquier otra tarea propia de un árbitro
  12. El tiempo será de dos mitades de 15 minutos con un descanso de 5 minutos entre ambas
  13. El equipo que consiga más puntos será el vencedor
Naismith tenía 18 alumnos en clase, así que decidió que los equipos estuviesen formados por 9 jugadores cada uno. Pronto se pasó a 7, para acabar con los 5 actuales.
El tablero surgió como protección, para evitar que los seguidores situados en la galería de cuya barandilla colgaban las canastas pudiesen entorpecer la entrada del balón en la cesta, que posteriormente pasó a convertirse en un aro metálico y una red sin agujeros, para desembocar en las redes actuales.
A partir de aquí, todo ha sido una evolución hasta nuestros días, en España el baloncesto lo introdujo el padre escolapio Eusebio Millán en 1921 en las Escuelas Pías de San Antón en Barcelona. En España, por esas fechas (igual que ahora, la verdad) existía verdadera pasión por el fútbol, y les parecía extraño que un deporte de equipo y de balón pudiese jugarse con las manos. Se cuenta que el Padre Millán escondió todos los balones de fútbol que había en el colegio, lo que creó un auténtico cisma en el centro. Se hacía necesario un acuerdo con los alumnos, para que, a duras penas, aceptasen al Baloncesto. Al final se tomó la salomónica decisión de jugar tres días al fútbol y tres días al baloncesto.
Todo ha desenvocado en lo que hoy conocemos, gracias al trabajo de muchas personas que han dedicado y dedican su tiempo a aprender y a enseñar este fantástico deporte.
IMG.

miércoles, septiembre 20, 2006

El baloncesto no es sólo ganar (conferencia)

Pepu: "El baloncesto no es sólo ganar"

fuente:Eurosport - R.A.G. - 19/09/2006 21:32

'Pepu' Hernández, seleccionador nacional y campeón del mundo, ha aportado al deporte una nueva visión poco común que trasciende la competición hasta el extremo de asegurar que "el baloncesto no es sólo ganar", un axioma que reproduce fielmente lo que aprendió como entrenador en el Estudiantes. 'Pepu' Hernández explicó esa filosofía acuñada durante años y coronada con el mayor éxito del baloncesto español en el Foro AS-Fundación Ferrándiz, cuyo salón de actos se quedó pequeño para escuchar al técnico madrileño. El seleccionador, su equipo de colaboradores y los jugadores que han situado a España en los más alto del podio mundial han sabido transmitir a la sociedad la cara auténtica del baloncesto. Han convertido el éxito deportivo en un triunfo de los principios que inspiran este deporte y, por eso,'Pepu' Hernández cree que a esta selección "se le habría perdonado incluso la derrota". El ex preparador colegial adelantó que: "estamos metidos en un deporte maravilloso y emocionante, así que no voy a hablar de cuestiones tácticas o técnicas, sino de emociones, de las emociones que sentimos en el Mundial".

La teoría de 'Pepu'

Hernández expuso su "teoría de los círculos" para explicar lo que ha conseguido España. Esa teoría sitúa en el centro a los jugadores, a continuación al cuerpo técnico, luego a la Federación Española, a los medios de comunicación y, por último, a los aficionados. La perfecta comunión entre todos ellos ha sido, dijo el seleccionador, la clave de la selección en Japón. "Todo ha ido perfecto. Ha habido algún problemilla que nunca llegó a convertirse en problemas por la calidad personal de todos", aseguró. "La gente ha estado con nosotros no sólo por haber conseguido un triunfo importante, sino por haberlo conseguido de una forma distinta por los valores del juego de la selección. Hay que seguir apostando por este camino", añadió.

El equipo, clave

Hernández destacó que "lo importante ha sido la puesta en común" de un equipo en el que siempre vio "caras de alegría, de convencimiento" con el que ha tenido "la fortuna de vivir una cúmulo de sensaciones". "Los jugadores de este equipo son extraordinarios, me han enseñado mucho pero, sobre todo, son grandes personalidades" que han sabido sobrepasar lo individual para ponerse al servicio del equipo. 'Pepu' subrayó "el agradecimiento a todo el mundo porque el trabajo ha sido muy sencillo" y envió un "agradecimiento especial a todos los entrenadores de la ACB y a los que han participado en la formación de estos jugadores porque se trata de transmitir valores". "La palabra baloncesto no es algo que sólo designa un deporte, sino que para mí encierra unos valores y creo que se puede hacer una gran labor porque el baloncesto no es sólo ganar, que es importante, también es un medio para descubrir valores que sirven en la vida: constancia, formación de nuestro jóvenes, compromiso, respeto.....", dijo el técnico. 'Pepu' piensa que "el baloncesto es un juego que los entrenadores hacen complicado a veces, pero que también tiene sus propias dificultades y, por eso es necesario que los jugadores y jugadoras sean inteligentes", o sea, que completen una formación personal más allá del propio deporte. Reconocimientos merecidos Acerca de los reconocimientos posteriores al triunfo dijo que: "el premio Principe de Asturias ha sido algo realmente importante. Lo que yo más he valorado ha sido la redacción del fallo. No nos lo han dado sólo por ganar, sino por transmitir esos valores", señaló. Pero de lo que más orgulloso se siente el seleccionador es de un grupo que ha demostrado "respeto, compromiso, confianza y generosidad", que no ha tenido "en ningún momento un solo gesto para la galería porque todo lo que se ha visto ha sido así de natural" y cuyo ejemplo espera que "siga como ahora en el futuro".